Sin duda pienso que este movimiento artístico es el más loco y el que más juego nos iba a dar a la hora de innovar en la presentación en clase, evitando los típicos y aburridos Power Points con los que a la segunda diapositiva uno se queda dormido.
Fueron varios días haciendo lluvias de ideas constantes entre los que formamos mi grupo, asentando las buenas opciones y desechando las imposibles de realizar por los pocos medios que disponíamos.
Pero finalmente la decisión base fue convertir el aula 2.6 de la Facultad de Comunicación en un museo improvisado con guías incluidos.
Representamos el recorrido de una exposición que se realizó en Colonia en 1920, organizada por Ernst, Baargeld y Arp.
La exposición de cuadros, esculturas y objetos diversos tuvo lugar en el patio de un café del centro. Para llegar a él había que pasar por los retretes. A la entrada, una muchacha vestida de primera comunión recitaba versos obscenos. En medio del patio se alzaba un objeto de madera dura de Ernst, y al lado un hacha atada a una cadena: el público era invitado a empuñar el hacha y a destruir la “escultura”. En un rincón, Baargeld había colocado un acuario lleno de un líquido rojo como la sangre, en cuyo fondo se movía una cabellera femenina. Finalmente, en torno se hallaban colgados los fotomontajes, de carácter sacrílego, escandaloso y sexual.
Y sí, toda esa locura de recorrido lo representamos en clase, con objetos cotidianos que teníamos en casa y con algunos que fuimos a comprar (a un chino, que está la cosa mala).
Tras esta fase, decidimos repartirnos a un autor por cada miembro del grupo para analizar en directo algunas de sus obras que colocamos en las paredes del aula.
A mí me tocó Raoul Hausmann, el cual muchos consideran el verdadero inventor del fotomontaje porque durante su estancia en la isla de Usedom, en el mar Báltico, en casi todas las casas de aquella isla había colgada de la pared una litografía en colores que representaba la imagen de una ganadero sobre el fondo de un cuartel. Para hacer más personal esta especie de recuerdo militar, en muchas casas la cara original del ganadero había sido sustituida por la fotografía del familiar que había sido o era soldado. Este hecho sugirió a Hausmann la idea de componer “cuadros” con fotografías recortadas.
Y para representar este hecho usando un tema de actualidad, realicé el fotomontaje en directo cambiando los rostros de unos ganaderos en un cuartel por los de los políticos del momento (aunque finalmente cambié la cara de Rajoy por la de Saenz de Santamaría, que ella es la que da la cara).
Además, pude analizar tres de los fotomontajes más famosos de Hausmann:
''ABCD'' es un autorretrato. Es la cara del
artista en el proceso de recitación de uno de sus poemas fonéticos.
Las letras VOCE (en italiano "voz") aparecen dentro de una
elipse, y las letras ABCD, un poema prototípico, se afianzaron en
los dientes del artista. Los tickets con números en su sombrero
indican las formalidades vacías del medio social en el que vivimos,
mientras que el dibujo del ginecólogo lo coloca intencionadamente
con una función provocadora que alude a la necesidad
orgánica de su
arte.
En ''El Crítico de Arte'', Hausmann satirizó a los
periodistas, cuyas críticas de arte podían ser compradas con
dinero. Los ojos garabateados del periodista simbolizan la oscuridad
de su visión. Esto significa que el juicio del crítico de arte, así
como lo de cualquier institución es ineficiente.
La boca y los
ojos del personaje principal están cubiertos por dibujos infantiles,
los ojos están vendados y su lengua se enrolla en dirección a la
chica de la sociedad. Además de eso, la mejilla del hombre está
rojiza, indicando que el juicio del crítico está perjudicado por
bebida.
''Tatlin en casa'': ''Un día, hojeando casualmente un
periódico norteamericano, me llamó la atención el rostro de un
desconocido, y por algún motivo hice una asociación automática
entre él y el soviético Tatlin, el creador del arte de la
máquina, fundador
del Constructivismo y principal inspirador del Futurismo.
Pero preferí retratar a un hombre que en su cabeza sólo tuviera
máquinas, cilindros de automóviles, frenos y volantes... Este
hombre también debería pensar en términos de grandes máquinas.
Busqué entre mis fotos, encontré una popa de barco con una enorme
hélice y la puse contra el fondo del cuadro.
¿Acaso este hombre no querría viajar? Allí está el mapa de Pomerania, en la pared izquierda.
Tatlin no era un hombre rico, así que recorté de un periódico francés la imagen de un hombre de cejas preocupadas, caminando y poniendo sus bolsillos al revés. ¿Cómo podría pagar sus impuestos?
Bien. Pero ahora necesitaba ahora algo en el lado derecho. Dibujé un maniquí de sastre en el cuadro. Todavía no era bastante. Recorté de un Tratado de Anatomía los órganos internos de un cuerpo humano y los coloqué en el torso del maniquí. Y al pie, un extintor de incendios.
Miré una vez más.
No, ya no había nada que cambiar.
¿Acaso este hombre no querría viajar? Allí está el mapa de Pomerania, en la pared izquierda.
Tatlin no era un hombre rico, así que recorté de un periódico francés la imagen de un hombre de cejas preocupadas, caminando y poniendo sus bolsillos al revés. ¿Cómo podría pagar sus impuestos?
Bien. Pero ahora necesitaba ahora algo en el lado derecho. Dibujé un maniquí de sastre en el cuadro. Todavía no era bastante. Recorté de un Tratado de Anatomía los órganos internos de un cuerpo humano y los coloqué en el torso del maniquí. Y al pie, un extintor de incendios.
Miré una vez más.
No, ya no había nada que cambiar.
Estaba
bien; ¡estaba hecho!'' Palabras de Hausmann.
Y para finalizar esta gran exposición, le dimos la oportunidad a nuestros compañeros de realizar un fotomontaje en directo con ellos mismos mediante el uso de un ''croma'' para fusionar sus cuerpos con obras destacadas de otros de los movimientos artísticos que ya habíamos estudiado. ¡Además las subimos a Facebook y les encantaron! Solo por eso ya valió la pena las horas de preparación de esa exposición.
Os dejamos con los fotomontajes de 2º de CAV, espero que os gusten tanto como les gustó a ellos. ¡Hasta pronto!
Ángel Eslava Sánchez.
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